viernes, 4 de marzo de 2011

El ingrato placer de aconsejar vinos

Recupero algo que escribí hace un tiempo ya. Nota mental: Tao, te dije que ese libro no .
Entonces tú estudias eso de los vinos, ¿no?, necesito comprar vino y no sé cuál . ¿Me puedes recomendar alguno?
- ¿ein?

La excusa puede ser cualquier cosa, un vino para llevarle al novio, un regalo para la familia, o con acento granadino, un regalo para el padre:

- ¿Me das tu número? Te voy a ser sincera, sólo te quiero para que me ayudes a comprar un vino a mi padre el día de su cumpleaños.
- ¿ein?


Una recomendación es una responsabilidad a la que no habría que someter a nadie. Al final, lo que somos se reduce a lo que nos gusta. Película, libro, canción o vino. Nuestras preferencias hablan por nosotros. Y una recomendación no correspondida hace que en el fondo, sintamos que no es el vino el que no ha gustado, somos nosotros mismos.
Pero qué demonios. Vale la pena pasar ese mal rato si con la excusa de la recomendación quedamos con la granadina. Tampoco vamos a decir que no.

2 comentarios:

  1. será por eso que no ligo, no entiendo nada de vinos!!!!!!!!... ¿me das tu número? ;)

    ainsss Tao!

    ResponderEliminar
  2. Mira que tienes cara, que lo digas tú, que eres la mujer que más veces ha rechazado una propuesta mia...

    ResponderEliminar